Llevaba de tiempo queriendo hacer esto…. que
al fin, lo hice y me quedé muy satisfecha, ¡¡quedaron riquísimos!!
Es un pelín, sólo un pelín, je,je…
laboriosos, pero merece la pena cocinarlos
pues, quedan geniales y os aseguro que os va a encantar.
pues, quedan geniales y os aseguro que os va a encantar.
Así que, os dejo la receta para que comencéis a hacerla.
Ingredientes:
Un tarro de pimientos del piquillo (400 gramos)
300 gramos de gambas peladas crudas
1 cebolla picada
Nuez moscada al gusto
Pimienta molida al gusto
Un diente de ajo
Perejil picado al gusto
½ litro de leche
Dos cucharadas soperas de harina de maíz maicena
Sal
Harina para rebosar
Para la salsa
200 ml de nata líquida para cocinar
Un chorrito de leche
5 pimientos del piquillo
3 cucharadas soperas de tomate frito casero
½ cebolla picada
Preparación:
En una
sartén, con una cucharada y media sopera de aceite de oliva, echamos un diente
de ajo picado. Lo vamos rehogando hasta, que llegue casi a dorarse a fuego
medio alto.
Llegado a
ese punto, le añadimos la cebolla picada junto con un pelín de sal y dejamos
pochar durante 4-5 minutos.
A
continuación, le añadimos las gambas en trocitos, y con el fuego medio alto
igual que antes, la sofreímos y cuando vaya cogiendo color, le añadimos el perejil
picado al gusto.
Ahora le
agregamos las dos cucharadas soperas de harina y mezclamos sin dejar de
remover. Empieza a ser grumoso y se os hará como bolas, pero no os asustéis,
ahora vamos echando la leche poco a poco sin dejar de remover y veremos cómo se
va disolviendo todo poco a poco.
Tiene que
quedar una textura suficientemente espesa, para que luego sea manejable y poder
rellenar los pimientos.
Una vez
añadida toda la leche, y conseguir la textura deseada, le añadimos una pizquita
de pimienta molida y un pelín de nuez moscada.
Mezclamos
y dejamos unos minutos sin dejar de remover.
Estará
lista cuando la masa se desprenda de las paredes de la sartén, entonces,
retiramos del fuego y dejamos reposar.
Ahora, empezamos con la salsa.
En una
sartén con dos cucharadas soperas de aceite de oliva, pochamos media cebolla
picada.
Añadimos
los 5 pimientos tal cual, el tomate frito, la nata y un poco de sal.
Le damos
un golpe de calor, mientras vamos partiendo los pimientos dentro de la sartén,
y mezclamos todo. Le añadimos un chorrito de leche para conseguir el espesor de
salsa que deseemos.
Lo dejamos
unos 3 minutos para, que vaya cocinándose la nata. Luego lo pasamos a un
recipiente y batimos la salsa. Reservamos.
Empezamos con los pimientos.
Ponemos
harina en un plato. Vamos cogiendo los pimientos uno a uno, lo abrimos con las
manos y con la ayuda de una cucharita los rellenamos poco a poco.
El relleno
debe de quedar lo más compacto posible, presionando con cuidado para no dejar
hueco y sin que se rompa el pimiento. ¡Cuidado con éste paso!
Una vez
todos rellenos, los pasamos por harina y lo doramos un pelín. No es necesario
freírlos mucho, sólo sellarlos.
Terminado
éste paso, lo vamos pasando a la fuente donde lo vayamos a servir y los
cubrimos con la salsa reservada.
Adornamos
al gusto.
CONSEJO: Si lo haces porque tienes invitados en casa, lo tienes preparado y a la hora de comer lo calientas un poquito en el horno y listo.